La natilla llegó a Colombia por los españoles en la época de La Colonia, y con variantes, como la sustitución del trigo por el maíz y el azúcar por la panela, se convirtió en un postre colombiano, para compartir tradicionalmente en la temporada navideña y acompañada principalmente de unos crocantes y deliciosos buñuelos. Estos últimos productos base queso, también son ejemplares decembrinos, que, al contrario de la natilla, también se suelen consumir todo el año, a cualquier hora del día.
Pero nadie ha pensado en los amantes de la natilla, ¿por qué debemos esperar tantos meses para saborearla? Con nuestra premezcla Natilla Colmaíz, logramos prepararla de manera fácil y con tan solo 1 ingrediente adicional, la leche, así que no hay excusa para no disfrutarla en casa u ofrecerla en tu panadería.
En la actualidad, la innovación gastronómica en los productos tradicionales es la búsqueda de muchos comensales y la natilla no puede ser la excepción, ya que permite desarrollar un sin número de recetas, para obtener exquisitos postres fríos, como paletas, malteadas e incluso tiramisú. Te invitamos a explorar junto a nuestra premezcla, que a todos nos encanta y nos transporta a momentos especiales en familia, además puede ser una excelente alternativa para capturar a las nuevas generaciones y conservar nuestras tradiciones.
Enamórate de su versatilidad; su base de panela combina con otros sabores mas fuertes como el café u otros suaves, según lo que desees que predomine o… ¿por qué no crear un nuevo sabor? Imagina incorporar diversos topping como salsas, esencias aromáticas, frutas, chocolate, galletas, cremas, frutos secos, leche condensada, queso, licor y confitería. Su textura de consistencia blanda juega perfectamente con otras estructuras para combinar y es suave al paladar de niños y ancianos.
La natilla, tanto en su presentación tradicional o en nuevas recetas innovadoras, es una magnifica opción de postre o para acompañar productos de panadería, sin importar el mes del año y el momento en tu día, simplemente disfruta, porque una natilla cae bien en todo momento.